viernes, 18 de abril de 2014

¿Cómo dirigiría un filósofo tu empresa?

A la Toyota o a la Nintendo…  David de Ugarte, en El Correo de Las Indias nos muestra las diferencias entre el platonismo y el estoicismo aplicados a la gestión… mejora continua ó  innovación radical
… Cada producto reproduce el ciclo de la creación divina: comienza en la mente del líder/Dios con una palabra. Cuando pone a todos a trabajar en ello arranca la Historia del producto. Pero la primera versión no es perfecta. Hay un pecado original que ha de corregirse. Y luego otro y otro y otro. En una mejora ciclo a ciclo que conduce, en los límites del tiempo, a la «calidad total», un mítico Edén donde la criatura real se reconcilia finalmente con su creador. Un momento trabajosamente alcanzado y rigurosamente traducido a «procedures» -las nuevas tablas de la ley- a lo largo del tiempo. … 
… De hacer naipes no saldrá hacer mejores naipes, más cercanos al ideal platónico de «el naipe», sino juegos sociales, y de los juegos sociales aventuras de rol con pistolas laser, y de ahí consolas de juegos, y de ahí… 
… Desde el punto de vista de una empresa, del tipo que sea, la alternativa al platonismo de los ciclos LEAN no puede ser el paso a una relación contemplativa con el mundo. Las empresas tienen que satisfacer necesidades –de sus clientes, de sus propietarios, de los que trabajan en ellas, de la sociedad, del entorno…– y eso no se consigue sin traducir a la práctica (tecnología) lo que se aprende de interactuar con lo que las rodea. Esto es lo que significa innovar: traducir lo aprendido en nuevos usos, productos y herramientas que a su vez permiten aprender más. …

Como en toda buena entrada de un blog, también son interesantes los comentarios…
… Sí, y la cuestión de fondo seguramente sea que no hay «procedure» que a las finales libere a nadie de tener que pensar. Y en una coop, pensar y aprender en común.
La «serenidad» que aporta el procedure es falsa, no consiste en ganar autonomía sino en renunciar completamente a ella, ponerse ojeras y seguir adelante por pura «fe» repitiéndose a uno mismo que, a fin de cuentas puede estar orgulloso porque cada día hace las cosas un poco mejor.
Lo malo es que la «fe» así entendida, la confianza irracional en la mejora incremental, un buen día topa con que el mundo no ha dejado de cambiar… y entonces solo se le ocurre buscar «culpables», a ser posible lejos, en China por ejemplo… 
… Veo cada vez más claro que tenemos que seguir el debate por ahí, asociar los modelos de gestión/colaboración imperantes a los modelos filosófico-religiosos que son su base cultural, los moldes en los que se forman… y los valores que transmiten y a partir de ahí discutir alternativas sin perder el foco de los valores a los que cada modelo lleva. …
… Cuando leí el anterior post y éste no puedo evitar relacionarlo con Ingold y el neomaterialismo. A riesgo de alargarme, te copio un trocito de cómo están explicando su trabajo en latinoamérica:
“Ahora bien, si queremos estudiar la participación de nosotros y todas las cosas que habitan el mundo-vida no podemos reducirlo a un modelo ni congelarlo en el tiempo pues siempre estamos en un devenir; un devenir que, por otro lado, no lleva a ninguna finalidad trascendente. El mundo, entonces, no está terminado. Así, las cosas (humanos, animales, plantas, rocas, autos, etc.) están inmersas en este mundo, se desarrollan y tienen diferentes dinámicas”. …

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